
Me encantan los helados, son tan sumamente refrescantes. El otro día, en una terraza comí uno de vainilla, con cachitos de chocolate, tan entusiasmada estaba que se me resbaló de las manos y cayó entre mis piernas, y os aseguro que sí estaba frío, pero fue tan refrescante que hasta mi clítoris, lo agradeció.
Al quitármelo con suavidad, descubrí que se derretía con gran rapidez, me había puesto muy caliente al contacto del helado, mis dedos acariciaban mis labios y necesitaba una ayuda.
Allí estaba el que amablemente me dijo que me limpiaría con sumo gusto, y la verdad, cualquiera le decía que No, era alto, recien afeitado, pelo castaño, unos ojos negros llenos de lujuria……….., me acompañó al cuarto de baño.
Mi clítoris, temblaba de ansias, cada vez más húmedo y no sólo por el helado.
El se agachó, y mis piernas se abrieron ante su mirada pícara, el me dijo:”vaya pues sí que se derrite pronto el helado, con lo que a mí me gusta”……….puffff, y a mi también claro.
“Quítamelo por favor, con suavidad” le dije con una voz entrecortada.

Sus manos, iban con un mimo, rozando mi piel, tocó mi clítoris y poco a poco fue limpiándome, a lo que mi lujuria iba cada vez más en aumento, al notar mis gemidos, sus dedos se colaron dentro de mi, para hacerme disfrutar, y vaya si lo estaba logrando, sus movimientos en círculos me volvían loca, sacaba sus dedos y los metía con violencia, para volverlos a sacar suavemente, hasta que su lengua, empezó a acariciarme, me chupaba con tanta calma, que me aceleraba más, mi clítoris lo lamía, primero en círculos, luego arriba y abajo, me hundía su boca, y yo al no poder más me corrí en su boca, y vaya que gustazo me dio.
El se levantó, y me dijo:”espero que haya servido la limpieza del helado, ha sido todo un placer………”, y tal como vino, se marchó.
Desde entonces, cada vez que como un helado, algo me recorre por dentro…...¿quieres uno?....
HEMOS VUELTO A LOS LUNES PICANTES..........